Piojos: Tipos, Transmisión y Tratamiento

Los piojos son insectos ectoparásitos exclusivos del ser humano, que causan pediculosis, una infestación que se puede presentar en diferentes partes del cuerpo. Existen tres tipos principales de piojos: Pediculus capitis (piojo de la cabeza), Pediculus corporis (piojo del cuerpo) y Pthirus pubis (ladilla), cada uno con características y formas de transmisión distintas.

Pediculosis Capitis (Piojo de la Cabeza)

El Pediculus capitis es el piojo que infesta principalmente el cuero cabelludo. Se transmite principalmente por contacto directo de cabeza a cabeza, lo que es común en ambientes como escuelas, hogares y otros lugares donde se comparten objetos personales. Los piojos se alimentan de sangre y depositan sus huevos, conocidos como liendres, cerca del cuero cabelludo. Las liendres eclosionan a los 10 días y se alimentan de sangre para desarrollarse en adultos.

La pediculosis capitis se caracteriza por una picazón intensa en la zona afectada, provocada por las picaduras de los piojos. Si se rasca excesivamente, se pueden generar heridas superficiales que aumentan el riesgo de infecciones secundarias, como el tifus exantemático o la fiebre recurrente epidémica.

Tratamiento:

• Se recomienda el uso de champú insecticida específico para piojos, champús y lociones a base de piretroides, permetrina, crotamiton, y otros compuestos como la ivermectina.
•  Hacer uso de un peine desinsectador (liendrera) para eliminar los piojos y liendres.
• Es importante desinfectar los peines, cepillos y otros utensilios personales sumergiéndolos en alcohol al 2% durante al menos una hora.
• Se debe lavar la ropa de cama y prendas de la cabeza, y secarlas con planchado o secador eléctrico.
• Como los huevos pueden sobrevivir al tratamiento, se recomienda repetir el proceso una o dos semanas después.

Hay que recordar que los piojos NO VIVEN en el ambiente ni pueden sobrevivir allí, por lo cual carece de sentido aplicar insecticida al mobiliario o a las paredes de la vivienda.

Pediculosis Corporis (Piojo del Cuerpo)

El Pediculus corporis es el piojo que infesta el cuerpo humano, especialmente en áreas como la región dorsal de la cintura hacia arriba, en axilas, pliegues submamarios y otros pliegues de la piel. A diferencia del piojo de la cabeza, el piojo corporal no se adhiere al cabello, sino que vive en la ropa y en las costuras de la vestimenta. Su transmisión se produce por contacto directo y prolongado entre personas infectadas y sanas, siendo más frecuente en personas con condiciones de higiene deficientes, hacinamiento o indigencia.

Este tipo de pediculosis puede causar picazón intensa y la formación de pequeñas lesiones en la piel debido al rascado.

Tratamiento:

• La clave para el tratamiento de la pediculosis corporal es la aplicación de insecticida en la ropa y en la ropa de cama del paciente.
• Además, es esencial realizar un baño y un adecuado aseo corporal.
• La ropa infestada debe lavarse y desinfectarse, preferentemente con agua caliente.

Pediculosis Pubis (Ladilla)

El Pthirus pubis, conocido comúnmente como ladilla, es un piojo que se encuentra en el vello púbico y otras zonas pilosas del cuerpo, como el abdomen, tórax y axilas. A diferencia de los otros tipos de piojos, la pediculosis pubis se transmite principalmente por contacto sexual, siendo una de las enfermedades de transmisión sexual (ETS).

La infestación por ladillas causa picazón intensa, especialmente por la noche, y puede generar lesiones por el rascado, como escoriaciones e incluso pigmentación en la zona afectada. Dado que los piojos pubianos son muy pequeños y casi transparentes, pueden ser difíciles de detectar a simple vista.

Tratamiento:

En infestaciones por P. pubis, el uso de insecticidas es eventual; a veces basta con un buen rasurado del vello púbico y perineal, si procede. Siempre debe reportarse cada caso de P. pubis como caso de ETS.

Prevención y Control General de los Piojos

El control y la prevención de la pediculosis implican varias medidas, como el tratamiento adecuado de las personas infestadas y la adopción de prácticas preventivas. Las personas que viven en estrecha convivencia con un infestado deben recibir tratamiento simultáneamente para evitar la propagación.

Dr. Vladimir Muñoz Rodríguez
Médico Cirujano – Especialista en Pediatría
vlamuro@yahoo.com

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