¡NO tengas una relación tóxica…con el sol!

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Una adecuada interacción con la exposición solar es posible y necesaria.

El primer paso es evitar la exposición directa al sol entre las 10:00 am y 4:00pm, si te preguntas por qué, se debe a la posición del sol respecto a nuestro planeta, durante este periodo los rayos son más perjudiciales ya que inciden de forma más perpendicular, en este periodo la radiación ultravioleta (R-UV) es más intensa, el sol se encuentra en su punto más alto y los rayos atraviesan menos atmósfera lo que hace que lleguen con mayor energía a la superficie terrestre.

Protección física

La protección física consiste en el uso de prendas que cubran la mayor superficie corporal posible, como camisas de manga larga, pantalones, uso de sombrillas oscuras y ropa de colores oscuros (en el mercado ya existen telas con filtros para la R-UV).

Se recomienda la ropa de color gris o negro, ya que estas fibras absorben mejor la radiación, el uso de sombreros y pavas de alas anchas con una longitud mayor a 7.5 cm alcanza a brindar sombra a la mayoría del rostro, pabellones auriculares y cuello.

Además, la estructura del tejido también influye en la protección solar, a mayor grosor mayor protección. Las prendas elásticas tienden a perder considerablemente su factor de protección a medida que se estiran. Por ejemplo, los materiales de poliéster o mezclas sintéticas protegen más que las de algodón.

Asimismo, la humedad afecta la capacidad de protección: el algodón mojado disminuye su FPS (Factor de Protección Solar), mientras que los tejidos de poliéster lo incrementan en esas condiciones.

Existe mucha desinformación sobre el uso del protector solar, sin embargo, los estudios realizados con rigor científico demuestran que son productos seguros y eficaces que protegen la piel al reflejar, dispersar y absorber la radiación solar.

Su uso se recomienda a partir de los 9 meses de edad, ya que su constante ayuda a previnir el daño del ADN y así las múltiples presentaciones del cáncer de piel.

Tipos de fotoprotectores

En cuanto a la clasificación de los fotoprotectores se reconocen los de uso tópico (aplicados directamente sobre la piel) y los sistémicos.

Los tópicos vienen en diferentes presentaciones como cremas, geles, lociones, spray, etc, con pigmento (color), y con distintas resistencias al agua y al sudor, debido a estas limitaciones y para potenciar la seguridad surgieron los sistémicos u orales.

Los fotoprotectores tópicos son los más utilizados y deben cumplir con características definidas a nivel mundial. Deben ofrecer un amplio espectro con capacidad de proteger tanto en el rango de la radiación ultravioleta B (UVB) como de la radiación ultravioleta A (UVA).

En cuento al FPS (Factor de Protección Solar) este indica el número de veces que el fotoprotector aumenta la capacidad de defensa natural de la piel frente al enrojecimiento, el FPS recomendado es 50

Un número mayor de FPS no ofrece una protección superior y en algunas ocasiones si incrementa el valor del producto.

¿Cuánto aplicar?

Si hablamos de la cantidad recomendada para aplicar protector solar, son 2 o 3 dedos, es decir, aplica directamente el protector solar sobre un dedo y desliza hasta completar una línea que ocupe la totalidad del dedo, desde su base hasta su punta.

Recuerda cubrir por completo el rostro e incluir los párpados y orejas, en el caso de personas con disminución de la densidad capilar necesitan cubrir áreas despobladas del cuero cabelludo y demás áreas expuestas como el cuello, brazos, manos, etc. Es fundamental usarlo 20 a 30 minutos antes de la exposición y reaplicarlo cada 2-3 horas.

Bronceadores en acción

Por último los bronceadores, existen los tópicos que actúan sin sol y con sol.

Los bronceadores que actúan sin sol incluyen sustancias naturales que dan a la piel un tono semejante al bronceado por la radiación ultravioleta, pero no aportan protección solar. En el segundo grupo los bronceadores actúan con el sol ya que su acción depende de la radiación ultravioleta, básicamente aceleran la pigmentación cutánea.

Tanto las camas solares como lámparas de bronceo, independientemente que usen UVB o UVA, estas cámaras potencian el daño que pueden producir en la piel, los ojos y el sistema inmune, la Organización Mundial de la Salud (OMS) no recomienda su empleo para fines cosmetológicos por su acción carcinogénica.

Sin embargo, en dermatología usamos esta radiación para el tratamiento de determinadas enfermedades con indicaciones estrictas.

Las anteriores recomendaciones deben usarse en conjunto para lograr un cuidado eficaz de la salud de la piel.

La educación sobre la fotoexposición es crucial para la prevención de las múltiples formas del cáncer de piel, envejecimiento prematuro e hiperpigmentación, asimismo impedir que se desencadene otras enfermedades.

Recuerda una piel sana es una piel bella.

Dra. Nataly Acosta Betancourt
Médica Dermatóloga
IG: dranatalyacostab.dermatologa

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