Exfoliantes físicos y químicos uso correcto y recomendaciones

exfoliantes fisicos o quimicos
exfoliantes fisicos o quimicos

¿Quién quiere una piel opaca, desvitalizada y áspera? ¡Nadie! Esta es una preocupación frecuente en las consultas de los médicos estéticos. Afortunadamente, gracias a los exfoliantes físicos y químicos, hoy puedes transformar tu piel y obtener los beneficios que siempre has soñado.

Existen dos claves fundamentales para mantener la piel libre de células muertas, impurezas e imperfecciones:

Exfoliantes físicos

Consiste en el uso de productos abrasivos o dispositivos específicos que eliminan las células muertas de la capa externa de la piel (epidermis). Este método ayuda a revitalizar la piel, afinar su textura, reducir el tamaño de los poros, disminuir brotes de acné mediante la ablación de flora bacteriana, controlar el exceso de sebo y aportar uniformidad al tono cutáneo. Sin embargo, es fundamental que este procedimiento se realice bajo supervisión médica para evitar efectos adversos como inflamación o enrojecimiento severo.

La elección del exfoliante físico adecuado debe estar siempre guiada por un profesional de la salud capacitado, quien evaluará el tipo de piel y posibles condiciones presentes a través de una consulta médica. Existen dos tipos principales de exfoliantes físicos:

  • Granulados: contienen micropartículas como azúcar, sal, huesos de frutas triturados o microesferas sintéticas. Son efectivos para mejorar la textura y eliminar células muertas, pero deben aplicarse con movimientos circulares suaves y lentos, especialmente en personas con piel sensible o con acné, ya que un uso inadecuado puede causar microlesiones.
  • Cepillos o dispositivos de limpieza: poseen cerdas suaves, a menudo giratorias, que ayudan a remover células muertas, limpiar poros y estimular la circulación sanguínea. Son fáciles de usar y adecuados para todo tipo de piel. Se recomienda utilizarlos entre dos y tres veces por semana para evitar una exfoliación excesiva.

Exfoliantes químicos

Es otra herramienta clave para promover la renovación celular, mejorar visiblemente el aspecto de la piel y facilitar la absorción de otros productos dermocosméticos. Se considera ideal para todo tipo de piel, ofreciendo excelentes resultados en casos de hiperpigmentaciones, fotoenvejecimiento, fotodaño, acné o rosácea. Ya sea que se trate de un tratamiento en casa o de una exfoliación química médica, su uso debe ser indicado y supervisado por un profesional calificado.

Los exfoliantes químicos más utilizados incluyen:

  • AHA (alfa hidroxiácidos): hidrosolubles y especialmente eficaces en pieles secas. Tienen un efecto queratolítico, es decir, ayudan a desprender las células muertas de la capa más superficial de la piel. Son muy usados en casos de hiperpigmentación, piel desvitalizada, poros obstruidos y líneas de expresión.
  • BHA (beta hidroxiácidos), como el ácido salicílico: solubles en grasa, con una alta capacidad dermoseborreguladora, queratolítica y bactericida. Se recomiendan en pieles grasas, con acné o poros obstruidos, y suelen encontrarse en limpiadores faciales.
  • PHA (polihidroxiácidos), como el ácido lactobiónico: ideales para pieles sensibles por su efecto queratolítico e hidratante, por lo que se incorporan comúnmente en productos para el cuidado diario de la piel.

Estos exfoliantes ofrecen grandes beneficios, pero deben utilizarse siempre con orientación médica adecuada para asegurar su correcta aplicación y evitar complicaciones.

Finalmente, es esencial recordar que una rutina completa de cuidado de la piel debe incluir limpieza adecuada, hidratación, y protección solar con bloqueador, además de hábitos saludables como una alimentación balanceada, ejercicio regular y evitar tóxicos que generen radicales libres y favorezcan la oxidación celular.

Consulta siempre con un especialista para recibir la orientación personalizada que tu piel necesita.

Dra. Paula Andrea Garcia Daza
Médica Cirujana general con Máster en Medicina Estética
IG: dra_paulagarciadaza

Productos