¿Cómo combatir los efectos secundarios de la Isotretinoína?

Publicado 2 de enero de 2025 en Contenido de Interés, Cuidado Facial por Angela Guerrero

La isotretinoína es uno de los tratamientos más eficaces para el acné severo especialmente en casos de acné noduloquístico o cuando otros tratamientos no han sido efectivos. Este medicamento aprobado por la FDA y el INVIMA, reduce el tamaño y la actividad de las glándulas sebáceas, disminuyendo significativamente las lesiones de acné e incluso llevando a la curación.

Sin embargo, a pesar de su eficacia, la isotretinoína puede generar diversos efectos secundarios. Los más comunes incluyen la sequedad en la piel y las mucosas (labios, nariz y ojos), inflamación y agrietamiento de los labios (queilitis), así como dolores musculares y articulares. En algunos casos, pueden presentarse efectos más graves, como el aumento de las enzimas hepáticas y de los triglicéridos. Además, este medicamento está contraindicado en el embarazo, ya que puede causar malformaciones fetales.

Para asegurar la adherencia al tratamiento, es esencial manejar adecuadamente los efectos secundarios en la piel. El uso regular de cremas hidratantes y el cuidado de la barrera cutánea son fundamentales para mitigar la sequedad y mejorar la tolerabilidad. También es fundamental realizar controles periódicos con el médico tratante para monitorear posibles efectos más serios, como los cambios en las enzimas hepáticas o los niveles de triglicéridos. La educación sobre el tratamiento y el manejo de sus efectos secundarios mejora la adherencia y permite una experiencia más cómoda y efectiva.

¿Cómo afecta la isotretinoína a la piel?

La isotretinoína impacta la barrera cutánea de diversas maneras, generando sequedad (xerosis) y descamación. Al reducir la producción de sebo, disminuye la hidratación natural de la piel y aumenta la pérdida de agua a través de la piel (transepidérmica), lo que agrava la sequedad. Además, la cohesión de las células epidérmicas se ve alterada lo que provoca una mayor fragilidad y descamación de la piel, afectando la integridad de la barrera cutánea. Estos cambios hacen que la piel sea más susceptible a la irritación y a la pérdida de agua, lo que hace de suma importancia un adecuado cuidado durante el tratamiento.

Reparación de la barrera cutánea

Para contrarrestar estos efectos, es esencial implementar una terapia de reparación de la barrera cutánea. El uso de cremas hidratantes con ingredientes específicos es fundamental:

Ceramidas: estos lípidos naturales son cruciales para mantener la función de la barrera cutánea. Ayudan a formar una barrera eficiente contra la pérdida de agua y la penetración de agente externos, reestructura y reorganiza los lípidos dañados y repararan la función de una barrera cutánea deteriorada, resultando en una piel más fuerte y tolerante al tratamiento.
Glicerina: es un humectante que atrae agua del ambiente hacia la piel y ayuda a retenerla. La glicerina es especialmente beneficiosa en pacientes en tratamiento con isotretinoina ya que ayuda a combatir la xerosis, repara la barrera y mejora la elasticidad cutánea. Adicionalmente, se ha demostrado que tiene efectos protectores contra estímulos irritantes.
Ácido Hialurónico: este potente humectante es conocido por su capacidad para retener hasta 1000 veces su peso en agua. Su inclusión en cremas hidratantes puede proporcionar una hidratación profunda y duradera, adicionalmente participa en procesos biológicos como la inflamación y ayuda a la regeneración y reparación de tejidos; mejora la elasticidad y turgencia de la piel.
Emolientes: ingredientes como la vaselina que son emolientes oclusivos, forman una barrera protectora sobre la piel, reduciendo la perdida de agua y promoviendo la hidratación. Hay estudios que muestran que la vaselina no solo actúa como una barrera física que atrapa el agua en la piel, también penetra a las capas de la piel y facilita la recuperación de la barrera cutánea, esto ayuda a aliviar la irritación y el agrietamiento, particularmente en áreas más sensibles, como los labios.
Ácidos grasos y colesterol: como los que se encuentran en productos como la manteca de karité, son ingredientes emolientes que proporcionan lípidos esenciales que ayudan a restaurar la barrera humectante y protectora de la piel, promoviendo una hidratación saludable y minimizando la irritación. Son particularmente útiles en el contexto del uso de la isotretinoína, ya que la piel tiende a ser más frágil y propensa a la irritación.

Aplicar productos que contienen estos ingredientes de forma regular ayuda a retener la humedad y a restaurar la integridad de la barrera cutánea, lo que resulta en una piel más cómoda y tolerante al tratamiento. Se recomienda su uso especialmente después del baño, pues esto ayuda a maximizar su efectividad.

Protección solar y cuidado adicional

Dado que la isotretinoína aumenta la sensibilidad a la radiación ultraviolenta (UV), el uso diario de un protector solar de amplio espectro es crucial. Se recomienda un protector que proteja tanto contra los rayos UVA como UVB y luz visible, y se debe evitar la exposición prolongada al sol, especialmente durante las horas pico (11 am – 3 pm). Esta medida es esencial para prevenir el daño solar, que puede ser más severo

Tips prácticos para quienes toman isotretinoína

Hidratación constante: Utilizar cremas hidratantes adecuadas para pieles secas, de preferencia con ingredientes como ceramidas, glicerina o ácido hialurónico. Aplicarlas varias veces al día, especialmente después del baño.
Protección solar diaria: Aplicar protector solar de amplio espectro con un SPF de al menos 30. Se recomienda reaplicarlo cada 2 horas si se está al aire libre.
Cuidado de los labios: Usar bálsamos labiales con ingredientes emolientes y oclusivos como la vaselina (petrolato) o la manteca de karité ayuda a prevenir el agrietamiento.
Cuidado de los ojos: Usar lágrimas artificiales sin conservantes para mejorar los síntomas de sequedad ocular.
Evitar exfoliantes agresivos: No utilizar exfoliantes físicos ni productos con ácidos fuertes, ya que la piel está más sensible durante el tratamiento.
Controles médicos regulares: Asistir a las citas de control con el dermatólogo para monitorear pruebas de función hepática y niveles de triglicéridos, y ajustar el tratamiento si es necesario.